Antiguas civilizaciones

	El contenido de esta información ha sido extraído del libro Semillas de Luz (Cap. XVI). Dicho contenido se relaciona con las palabras "Atlántida" y "Lemuria" del libro Glosario (Diccionario de Términos Metafísicos): Pags. 47 y 215.
El planeta Tierra es más antiguo de lo que la ciencia arqueológica cree y ha podido investigar. Muchos cambios se han desarrollado sobre la superficie terrestre, con la desaparición de brillantes civilizaciones que fueron gloria y poder en remotos tiempos. La Arqueología moderna no llega a desentrañar tan interesante misterio por ser una ciencia relativamente reciente. Muchos enigmas encierra este mundo; pero llegará el día en que todo sea revelado, estudiado, comprobado y comprendido.

Entre las civilizaciones perdidas en un lejano pasado, mencionaremos tres en especial: La que se desarrolló en el actual desierto de Sahara, la que tuvo su asiento en el territorio del río Amazonas y la enigmática Atlántida que estuvo ubicada en el centro de lo que ahora es el océano Atlántico.

Unos 50.000 años antes de Cristo, lo que conocemos como desierto de Sahara fue una región próspera y muy fértil. Sus habitantes tenían gran evolución espiritual y también a nivel material. Esa civilización sufrió el impacto de la destrucción después de mucho florecer, por el mal uso de los Poderes Divinos, la incorrecta utilización del libre albedrío, de la Energía Vital y de las facultades superiores, el abuso del conocimiento utilizado para mal.

Ya, mucho tiempo antes, se había destruido la misteriosa Lemuria, continente perdido que tuvo el mismo fin por iguales razones. Sabemos también que así sucedió con la desaparecida civilización del Amazonas, asentada en los contornos de ese río, en Brasil y que gozó de gran esplendor unos catorce mil años ante de Cristo. Por no usar constructivamente el libre albedrío y el conocimiento adquirido, los poderes mentales, allí se generaron condiciones destructivas que cargaron con vibraciones terribles hasta la propia atmósfera terrestre, haciéndola casi irrespirable

Una y otra vez, se manifestó el desastre como consecuencia de la Ley de Causa y Efecto que restablece siempre el Orden Divino en todas partes. Sólo han quedado los nombres de esas antiguas civilizaciones y algunas vagas leyendas como restos de aquel poderoso esplendor que se manifestó en un pasado remoto de nuestro planeta. La Atlántida, tierra de luz, prodigioso continente de gran magnificencia y poder, extendió su dominio entre 50.000 y 10.000 años antes de Cristo; pero, ahora, yace sepultada en el fondo del mar.

La gente era bella, la vida transcurría armoniosamente en paz. Los atlantes tenían apariencia muy agradable, cuerpos esbeltos, ojos azules, rubio cabello. Vestían ropas holgadas hechas de finos tejidos. Se adornaban con esmeraldas, diamantes y piedras preciosas que, para ellos, no representaban ningún valor material, ya que eran joyas-luz con radiaciones especialmente benéficas.

La prodigiosa Atlántida. Esa maravillosa civilización, de gran sabiduría y poder, existió realmente en la Tierra en tiempos antiguos. El enorme continente abarcaba el centro de lo que ahora es el Océano Atlántico. Se extendía desde la costa oriental de Estados Unidos, América Central y el actual Golfo de México hasta Europa. Todo ese enorme territorio no era mar sino tierra firme por entonces. No había islas ni divisiones. En la actualidad, algunas tierras son restos del antiguo continente atlante: Las Islas Azores (cercanas a las costas de Portugal), el archipiélago de las Bahamas, Bimini, isla situada cerca de las costas de Florida. Cuando los Hijos de la Luz revelaron la inminente catástrofe, todos los que creyeron y supieron ver la verdad huyeron en un gran éxodo a distintos lugares de la Tierra. Una de esas emigraciones atlantes llevó los papiros con relatos históricos, a Egipto donde se colocaron en el interior de la pirámide llamada "de los Escritos", situada cerca de la conocida Esfinge. Esa pirámide secreta permanece aún oculta en la actualidad, pero se encontrará su ubicación posteriormente.

Ciencia y tecnología. Grandes adelantos se manifestaron en la Atlántida en tiempos remotos. El conocimiento científico y tecnológico alcanzó niveles muy altos. Aunque esta civilización se parece bastante a la moderna de la actualidad, llegó a superarla en mucho. Por ejemplo: Los atlantes tenían naves aéreas prodigiosas que, además de ir por la atmósfera, se sumergían en el agua como submarinos y podían flotar sobre la superficie como barcos. Utilizaban la fuerza eléctrica, la energía solar, atómica y radiactiva, los rayos Láser (destinados a distintos usos) la Electrónica y la Mecánica altamente tecnificadas.

Conocían la forma de rejuvenecer sus cuerpos físicos y conservarlos en perfecta belleza. Sus poderes mentales alcanzaron niveles altísimos. La ciencia del Psicoanálisis, más perfeccionada que ahora, ya era utilizada así como la Psicología, la telepatía, el control mental. Pusieron en práctica conocimientos avanzados sobre la preservación de alimentos. Entre aquellos ciudadanos, había expertos ingenieros, químicos, biólogos muy dedicados a su labor. Dominaban las Ciencias, las Artes porque no existía ningún área del conocimiento humano donde no sobresalieran los habitantes de tan hermosa civilización, desarrollada en muy lejanos tiempos pasados.

¿Por qué se hundió la Atlántida? La destrucción rápida e inmediata que cuenta Platón se refiere, en realidad, al territorio de Poseidonis, último vestigio de ese vasto y poderoso continente. Un gran cataclismo geológico hizo que desapareciera bajo las aguas, lo cual se iba efectuando gradualmente y llevó cierto tiempo. Esto sucedió en el tercer hundimiento, hace unos diez mil años.

El personaje conocido como "Noé" en la Biblia no es una fábula ni una leyenda: Se trata del rey atlante Nohepastro que emigró con su pueblo organizadamente en un gran éxodo. Su nave soberana era un bello palacio flotante al que acompañaban cien veleros, doscientas barcas de carga y varias veintenas de barcos pequeños. Llegaron a cierto lugar de Armenia; pero, posteriormente, emigraron al Atica (Grecia actual) donde se establecieron definitivamente.

La destrucción de la Atlántida fue, principalmente, por acción volcánica y sísmica en cuanto a sus causas externas; pero otras hay de origen interno: El regreso del karma colectivo generado por el mal uso de los poderes divinos, de la ciencia y la tecnología, la degeneración moral, la invasión de magia negra, "brujería" y psiquismo, lo cual sucedió porque así lo permitieron y le dieron paso.

La leyenda de la Atlántida persiste porque la Ciencia no encontró pruebas concretas de su existencia. En alguna ocasión, científicos de mente amplia organizaron expediciones submarinas en las profundidades del océano, donde se supone que yacen restos de la Atlántida; pero sin resultado. ¿Qué esperan ver, ciudades completas con casas, calles, templos? Eso resulta algo absurdo por la siguiente razón: Las ciudades se volvieron escombros que, después, fueron sepultados bajo capas de ceniza y lava volcánica. Luego, gigantescas olas y mareas terminaron el trabajo de destrucción.

Finalmente, el terreno se hundió en el fondo del mar. Las corrientes marinas pulverizaron el sedimento oceánico, los corales se asentaron por todas partes. ¿Qué esperanza hay de que se vean restos completos o parciales? Muy escasa porque, generalmente, no queda nada de ello después de diez mil años.